La
polémica decisión del Ministerio de Salud ante el tema de la anticoncepción
oral de emergencia ha desencadenado nuevamente un debate público muy fuerte, la
decisión se adoptó luego de que se emitiera un informe que confirma que dicho
medicamento no es abortivo ni tiene efectos dañinos. La distribución
gratuita de la AOE, ha generado el enfrentamiento de los más
progresistas con los más conservadores.
El mecanismo de acción de la
AOE, según la OMS, es la prevención de la ovulación. No tendría efectos
detectables sobre el revestimiento interno del útero o en los niveles de
progesterona si es administrado después de la ovulación. La AOE no es eficaz
una vez que se ha implantado el óvulo y no provocaría un aborto. Utilizada
correctamente, puede prevenir los embarazos en un 60% a 90%.
Cabe recalcar que es interesante notar por
ejemplo que, mientras se afirma categóricamente que no es abortiva , a la hora de describir sus mecanismos de acción
encontramos una serie de afirmaciones ya no tan categóricas,
generalmente, en términos de probabilidad, tales como "se
piensa", "se cree", "produciría",
"actuaría", etc.
Pero el verdadero tema en
cuestión detrás del debate es la siguiente interrogante ¿cuándo es el comienzo de la vida? Es decir, si la vida comienza
con la fecundación, o si la vida comienza con la implantación del óvulo
fecundado en el útero. En base a esta duda las posiciones en contra y a
favor se pronunciaron. Según la Iglesia, con Monseñor Cipriani a la cabeza, la
vida comienza con la fecundación del óvulo, por lo que la AOE sí sería abortiva.
La influencia de la Iglesia en las decisiones sigue siendo patente
considerando la tradición católica conservadora propia de la sociedad peruana.
Y por otro lado algunos políticos no han dudado en apoyar esta medida como
parte de sus futuros métodos de planificación familiar.
Los argumentos que manifiestas las posiciones
mencionadas anteriormente, sí
que parecen “confesionales”. Olvidan que la embriología y la ley peruana
establecen que la vida se inicia desde la concepción y el Tribunal
Constitucional ha señalado que lo que se debe interpretar por concepción no es
la implantación sino la fertilización.
Las
personas tienen el derecho y el deber de estar plenamente informadas para tomar
las decisiones que juzguen pertinentes en relación con los diferentes métodos
anticonceptivos. Y es en atención a este derecho que creo que en lo que
respecta a la AOE no se está diciendo toda la verdad. Una parte de la población
está a favor de los anticonceptivos pero una gran mayoría está en contra del
aborto. Si se les da la información relacionada con esta posibilidad aún no
descartada, se abstendrán por propia voluntad de utilizar la AOE en tanto no se
garantice la seguridad absoluta de que no atenta contra la vida naciente.
Los peruanos deben tener la
posibilidad de elegir el número de hijos que desean tener. La AOE puede
determinar la diferencia entre una familia con posibilidad de mantener al
número de hijos que tiene, y un niño sin posibilidades de salud y educación de acuerdo
a sus derechos. La vida sobre todo, pero vida con derechos humanos, y por esto,
si la OMS considera que la AOE no es abortiva, debe ser incluida en los métodos
de planificación familiar.
Es verdad que, bastante complejo la definición exacta de la concepción, pero me parece que, en ciertas ocasiones el uso del medicamento, podría significar una alternativa de solución a un eventual embarazo no deseado producido por algún acto sexual sin consentimiento, y en ese caso, no apoyo el pensamiento de la Iglesia.
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